El amor en tiempos de Coronavirus
- Psic. Lorena Galán
- 26 mar 2020
- 3 Min. de lectura

Las relaciones interpersonales son complicadas, y me atrevería a decir que las relaciones de pareja, tienen un grado más de complejidad. Recuerden que nuestra pareja es la síntesis de nosotros mismos, aquella persona en la que depositamos nuestros afectos, anhelos, frustraciones, enojo, ilusiones y una carga histórica y emotiva interminable.
En tiempos modernos la capacidad y habilidad de relacionarnos se ve cada vez más complicada debido a los avances tecnológicos, el tiempo que nos exigen el trabajo y los deberes y demás factores van generando un distanciamiento en la pareja que se vuelve normal, a veces imperceptible.
En este tiempo de aislamiento social y contingencia, muchas familias y parejas se han visto obligadas a quedarse en casa, estudiar en línea, trabajar desde casa, convivir con los niños y entre ellos, entre la pareja. Y es de lo más normal y esperado que empiecen a surgir conflictos, que haya irritabilidad, hartazgo, hasta la sensación de no aguantarlo y salir huyendo (qué no lo hacemos por la contingencia, sino, creemos que nada nos detendría).
Es muy importante, saber que lo que les sucede es normal, que las relaciones humanas son eso, humanas, que el estrés el miedo y la angustia no son buenos consejeros y aquí les dejo unos típs que a parte de poder hacer la convivencia entre ustedes llevadera, puede ser una oportunidad para reencontrarse.
Sean amables. Esta es una regla de oro, recuerden cuando trataban de gustarse y conquistarse, se trataban bien, hacían comentarios positivos del otro, es exactamente igual, tengan atenciones, haciendo cosas que al otro le faciliten la vida “en cautiverio”.
Sean empaticos. A nadie le está siendo fácil esta situación. Posiblemente la estén pasando mal económicamente, están asustados, temerosos, piensa ¿que me haría sentir mejor? Y haz eso que te contestes dirigido hacia tu pareja.
dense su espacio si lo necesitan. Es normal que en ocasiones necesiten estar a solas o alejados, esta no es una señal de rechazo, a veces es bueno retraernos un poco del caos para tener tiempo a solas para reflexionar o calmarnos.
Tengan rutinas y tareas definidas, pónganlo por escrito. Organícense en pareja o en familia, sean concretos y claros, repartan las actividades de higiene en el hogar, en este tiempo se debe ser muy cuidadoso con ello.
No se sobre involucren. Si tu pareja hace Home office no le digas cómo hablarle a su jefe, si tu pareja prepara la comida no le digas cómo debe cocinar. Se trata de darse su espacio y dar respeto a las áreas de su vida que cada uno mantiene.
Aprendan a salirse del conflicto. Le llamamos la puerta corrediza, es aprender a detectar cuando una discusión no va a llevar a nada bueno, por el contrario se torna destructiva. Y cuando lo detectan aprender a decir “creo que estamos alterados, que te parece si retomamos después la plática?” Por ejemplo.
Vean esa película o serie que posponían porque llegaban cansados del tráfico. Es tiempo de aprovechar y hacer lo que no podían por la rutina agitada que llevaban normalmente.
Reencuentren y reconózcanse en esta etapa de sus vidas. Una buena idea es volverse a preguntar cosas básicas, como si todavía le gusta el helado de chocolate, o con quien se lleva mejor ahora de sus amigos por ejemplo. Entablar pláticas amenas relaja el ambiente y crea un sentimiento de interés y conexión por el otro .
Recuerden, nada es para siempre y si aprendemos a tomar lo mejor de cada situación, cada problema se vuelve una oportunidad de ser mejores.
Psic. Lorena Galán
Terapeuta de adultos y parejas.
Grupo Psicológico Lindavista
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